El hogar del pan

El proyecto nace a raíz del contacto con la población en 2014. Las interacciones surgidas con la comunidad de vecinos brindaron la oportunidad de conocer, poco a poco, mucho de lo que este lugar podía ofrecer. Una de las cosas que llamó nuestra atención fue que la única panadera en el pueblo carecía de horno para cocer el pan. En muchas poblaciones en todo el mundo los habitantes han compartido y aún hoy comparten hornos comunitarios. Hasta hace pocas décadas Carrícola disponía de uno, pero una rotura unida a la llegada de los modernos hornos eléctricos, acabó con esta tradición. La convocatoria de Biodivers era la ocasión para dotar a Carrícola de su propio horno comunal mediante la intervención artística.

Conscientes de la importancia de la implicación de los habitantes desde el inicio, el proyecto El Hogar del Pan se planteó como una acción colaborativa abierta a participación y sugerencias y adaptada al entorno en el que se encuentra. Se utilizan elementos naturales que podemos localizar en el mismo medio, minimizando la correspondiente huella de carbono de los desplazamientos de material. Por ejemplo, la base del horno está realizada por Vicent Bohigues, maestro mampostero de la zona, con piedra de un antiguo margen cercano. Para el horno en sí, utilizamos la tradicional técnica del horno moruno, con arcilla del vecino pueblo de Castelló del Rugat, arena y paja, que forman una estructura sólida y resistente que alberga en su interior el fuego, el hogar para la elaboración del pan o de cualquier otro alimento. Su emplazamiento, en la zona urbana, permite el uso público para la población de Carrícola como horno y cómo símbolo de unión de los habitantes alrededor del hogar. Por otro lado, se invita a los visitantes a disfrutarlo, al tiempo que cumple una función estética y de recuperación de tradiciones sostenibles.

Hoy en día, el horno está disponible al uso, se ha utilizado en diversas festividades y ha dado un empuje a la consolidación de un pequeño negocio de panadería en Carrícola llamado El forn de Carrícola, creado por Ruth Palaci en 2016. Desde marzo de 2017 el negocio se ha trasladado a un obrador de otro pueblo cercano por ofrecer mejores condiciones de confort y maquinaria. No obstante, el horno ha seguido funcionando en ocasiones puntuales para realizar talleres de pan artesanal y ecológico, en veladas como la de San Juan o durante las escuelas de verano.

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